El susurro de tu voz es el apoyo de mi andar,
una mirada tuya hace de mi corazón el tambor más grande de esta vida,
me hace pedirle a la Luna una eternidad junto a tí,
mil noches en tu lecho donde pueda dormir,
donde puede saber que los sueños son verdad,
que pueda sentir tu protección y tu amor,
donde no hayan restricciones y solo sea amor.
Te inventaría mil canciones,
mil poemas gritando nuestro amor,
que sean la prueba que existió algo hermoso sobre la faz de la tierra,
algo llamado amor
que guíe a los extraordinarios y facine a los magníficos,
que enseñe hasta al mas sabio lo que significa amar,
porque en tí encontré la perfección en lo hermoso.
Mar. Pezeta
¿a que princesa no le gusta estar enamorada?
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